martes, 3 de julio de 2012

Casas coloniales convertidas en 

negocios


Jirón Pizarro ostenta elegante arquitectura colonial

El centro de Trujillo es reconocido por conservar aún la arquitectura de la época colonial. Las casonas que pertenecieron a ilustres familias han sido compradas y restauradas por los bancos, mientras que las casas que fueron construidas con barro y quincha son, ahora, utilizadas como espacio de diversos negocios.
Caminando por el jirón Pizarro podemos apreciar muchas de ellas manteniendo su arquitectura colonial, sus balcones de madera tallada y sus elegantes diseños. Otras, un poco más sencillas, son tiendas de ropa, supermercados, bares, librerías, tiendas de artesanía peruana, lavanderías, restaurantes y cafeterías; siendo estos dos últimos los negocios más relevantes en este jirón.
Uno de los usos más peculiares que se le ha dado a las casonas es el de la Casa del Pueblo, local del Partido Aprista  Peruano. En el portón de la entrada una pequeña pizarra nos indica que se ofrece un menú a sólo 3 nuevos soles. “Esta fue la casa de la servidumbre de la familia Iturregui que el jefe (Víctor Raúl Haya de la Torre) compró para el pueblo. El precio del menú es una ayuda para nosotros”, cuenta el señor José López Jiménez, un anciano de 75 años.
  
Mucha gente visita frecuentemente el jirón Pizarro ya que es un buen lugar para hacer compras Marina Chinchay Minaya (63) y  Stephanie  Jáuregui Cárdenas (20) ellas  comentan que es un buen lugar para poder pasear o hacer compras. “No tiene nada que envidiar a un centro comercial, además se puede encontrar de todo a buen precio “cuenta Chinchay Minaya.

Las cuadras 5, 6 y 7 del jirón Pizarro han sido convertidas en un paseo peatonal donde la gente no solo disfruta de la hermosa arquitectura de las casas y casonas coloniales, sino que, también, realiza compras en los establecimientos comerciales.

Lucia Miranda Damián

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